EVANGELIO DEL LUNES 25/10/2021, MEDITADO POR EL SACERDOTE VENEZOLANO RICARDO BULMEZ

EVANGELIO DEL LUNES 25/10/2021, MEDITADO POR EL SACERDOTE VENEZOLANO RICARDO BULMEZ

 

Semana XXX Tiempo Ordinario. Ciclo B/Año Impar, en la Iglesia Católica. Y tiempo de lucha y oración ante la profunda crisis de valores humanos en nuestro tiempo. Somos hijos de Dios, no del poder político ni de ninguna ideología.

Prólogo. @AlbaniCordero:🌹No pidas nada a Dios… Agradece, agradece, agradece. Muchas veces no sabes pedir o pides lo que no necesitas. Él te lo ha dado todo y tiene un plan perfecto para ti y todos sus amados. Confía y acércate a Él con el corazón abierto a su bondad. “Cuando siento miedo, pongo en ti mi confianza”, Salm. 56. Dios es tu aliado, te ama, te acompaña y te bendice… siempre.

 

Lunes 25/10/2021. (Lucas 13, 10-17). “Un sábado, estaba Jesús enseñando en una sinagoga. Había ahí una mujer que llevaba dieciocho años enferma por causa de un espíritu malo. Estaba encorvada y no podía enderezarse. Al verla, Jesús la llamó y le dijo: “Mujer, quedas libre de tu enfermedad”. Le impuso las manos y, al instante, la mujer se enderezó y empezó a alabar a Dios. Pero el jefe de la sinagoga, indignado de que Jesús hubiera hecho curación en sábado, le dijo a la gente: “Hay seis días de la semana en que se puede trabajar; vengan, pues, durante esos días a que los curen y no el sábado”.

Entonces el Señor dijo: “¡Hipócritas! ¿Acaso no desata cada uno de ustedes su buey o su burro del pesebre para llevarlo a abrevar, aunque sea sábado? Y a esta hija de Abrahán, a la que Satanás tuvo atada durante dieciocho años, ¿no era bueno desatarla de esa atadura, aun en día de sábado?”. Cuando Jesús dijo esto, sus enemigos quedaron en vergüenza; en cambio, la gente se alegraba de todas las maravillas que Él hacía”. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

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Reflexión. Jesús vio a una mujer encorvada. Pero, ella no habla, no tiene nombre, no pide limosna ni curación, sólo esta enferma. No es como el ciego Bartimeo (cfr. Mr. 10, 56-52) que comenzó a gritar como un loco. Pero lo que llamó la atención a Jesús de esta mujer, más que su enfermedad, fue su humildad, pasividad y aceptación de su padecimiento. Al verla, le dijo: “Mujer, quedas libre de tu enfermedad”.

Conservo un recuerdo de mi niñez que quiero compartir, a propósito de esta mujer del evangelio. Mi mamá tuvo doce hijos… -¡Sí, doce!.. ¡Y qué!-. En tiempos de carestía económica, -¡claro!… nunca como ahora-. Para aligerar la carga, mi mamá a la hora de la comida, nos enviaba a que visitáramos a todas nuestras tías, y ellas nos abastecían.

Llegábamos, pedíamos la bendición y nos sentábamos en la sala a esperar a que nos llamaran. Y así íbamos variando de tía en tía, pero con el mismo plato. No había pa´mucho, pero cuando se compartía sí llegaba pa´un poquito más. Uno de mis hermanos, que es muy tímido -ju… ¡hoy tiene ocho hijos!-. Cumplía con todo el ritual. Luego se oía la voz de mi tía que le decía… “¿Tenés hambre?”. Respondía el sobrino tímidamente: “Yo no sé usted”. Insistía mi tía: “¡¿Querés comer?!”. El por su timidez a todo respondía “Yo no sé usted”. Resulta que mi hermano, el tímido, comía más y mejor que nosotros que pedíamos y exigíamos la prontitud de la comida. Mi hermano, por no pedir sino por esperar comió mejor que nosotros… “Yo no sé usted”.

Nosotros, los venezolanos, como esa mujer del evangelio, llevamos más de veinte años encorvados y no hemos podido enderezarnos como país. Encorvados y torcidos en salud, en el trato con los demás… las familias, si no divididas, están subsistiendo por el mundo.

En el evangelio de hoy aprendí… Lo que importa es la fe, no la forma de expresarla. No es tan relevante que recemos gritando o cantando como Bartimeo o esperando en silencio la presencia y venida del Señor, como esta mujer del evangelio. Que nuestra intención siempre sea nunca más tener una espiritualidad encorvada…

Pensamiento del día… Tengamos un encuentro íntimo con Jesús, y que Él nos diga como a esa mujer encorvada del evangelio: “Quedan libres de la enfermedad de la dictadura… ¡Venezuela sé libre, Tierra de Gracia, y ama la justicia y la libertad… ¡¿Quieres volver a ser un país hermoso, próspero en donde quepan todos?!”… “No sé usted”.

Tarea para la casa… Hoy, comenta este evangelio con alguien e identifica el “espíritu malo” que tiene “encorvado” a tu país, tu familia y a ti por “más de veinte años”, y hasta ahora no has podido enderezar. Y, como la mujer agobiada, haz que Jesús te vea. “¿Tenés hambre?”… “No sé usted”.

Padre Ricardo Bulmez. rbulmez@gmail.com

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