“AHIJADA” DE FÉLIX SE CASA CON EMPRESARIO CON EL QUE HACE JUGOSOS NEGOCIOS EN LA ALCALDÍA DE PUERTO MORELOS

 

*Se olvidó del municipio que tiene hundido en la inseguridad, pobreza y marginación,  para contraer nupcias en un palacete de Zapopan, Jalisco

+ A su otrora ‘pareja sentimental’ la comuna le otorgó contrato millonario y vitalicio para mantenimiento del alumbrado público

+ Pero a la actual, le busca construir un parque con el supuesto de vender energía eólica y para ello se apoderan de terrenos de manera ilegal

 Por Luis Cabañas Basulto/SFAS/PUERTO MORELOS, QROO.- Investigada por la Fiscalía Anticorrupción del Estado y bajo la lupa de la Auditoría Superior de la Federación, la presidenta de Puerto Morelos, el municipio más joven de Quintana Roo, Laura Fernández Piña, se olvidó de todo y viajó a Zapopan, Jalisco, para contraer nupcias con el empresario Carlos Alberto Moyano Menchaca.

Mejor recordada por los quintanarroenses por su “Ley Piña” del 2009, cuando, siendo diputada local, propuso enviar a las mujeres a la cárcel por abortar, la dos veces alcaldesa del pobre Puerto Morelos -por aquello del saqueo que está siendo objeto- se olvidó de su permanente silencio ante el problema generalizado de servicios. Claro, irónicamente, vive en Cancún.

 

SUNTUOSO FESTEJO MATRIMONIAL

La suntuoso festejo matrimonial de la funcionaria, también obligó a recordar sus acostumbrados festejos como priísta en Cancún, entre otros cuando en 2011, como eventual abanderada a la diputación federal, fungía como líder municipal del tricolor, pero inició su precampaña aprovechando su cumpleaños con una mega fiesta a la que se dieron cita más de dos mil invitados, 300 de ellos considerados “VIP”, entre políticos y empresarios.

Sin embargo, si de algo le sirvió el nuevo magno festejo, en el que echó la casa por la ventana, es que dejarán de ligar su cuestionada gestión con las irregularidades, en las que invariablemente se hablaba de ella con una “pareja sentimental”.

Por ejemplo, apenas en julio, cuando el portal Quadratin refería que su voracidad no tiene límites, dijo que, no conforme con hacer negocios públicos en los que incluyó a su familia y mostrar su ineficiencia ante el incremento del crimen organizado, violencia y drogas en un municipio que se caracterizaba por ser un paraíso de belleza y tranquilidad, Laura Fernández sacó las uñas.

SACÓ LAS UÑAS

Resulta que, la alcaldesa, que nunca hizo algo con el medio ambiente, para salvar a los corales cerebro del Síndrome Blanco, habría hecho favores a regidores para conseguir su apoyo y con ello beneficiar a su entonces “pareja sentimental” -dueño de una empresa a la que la comuna otorgó contrato millonario y vitalicio para mantenimiento del alumbrado público-, con quien busca construir un parque con el supuesto de vender energía eólica.

El caso es que buscaba que la construcción, equipamiento y operatividad del nuevo palacio municipal de Puerto Morelos estuviera a cargo de una empresa que maneja su “pareja sentimental” con varios amigos, aunque a él pretendía concesionarle un proyecto integral de alumbrado público para Puerto Morelos y lugares aledaños.

Para ese efecto, el Cabildo, en su décimo sexta sesión extraordinaria, aprobó por mayoría darle a Laura Fernández el poder de tomar todas las decisiones respecto a esos proyectos y representarlos para gestionar la inversión mediante la modalidad de asociaciones público privadas, es decir, ella decidirá sin anuencia de los regidores lo que le convenga y contratar a quien decida.

 

CABILDO CÓMPLICE

Así, mientras su incondicional Cabildo le devuelve “favores”, la recién casada mantiene el silencio sobre anomalías, que se hizo patente desde septiembre último, como bien enumera Quadratin, con deficiente recoja de basura, que a veces tarda un mes; aumento de violencia, asesinatos, delincuencia y narcomenudeo; falta de limpieza en pozos de absorción y baches, muchos baches.

Esos “detalles” los omitió la ahijada política del ex gobernador Félix González en su informe de cuarto año de “gobierno”, el primero del segundo periodo, cuando, a la vieja usanza priísta, aunque ahora bajo la bandera de un supuesto nuevo partido, pagó acarreados y porras a cambio de favores a algunas líderes.

Su equipo de mercadotecnia contrató a diestra y siniestra para intentar cubrir su opacidad, pese a que ha sido evidenciada y es persona non grata en la asociación de alcaldes que encabeza. Lo que más se recuerda de su informe fue el ostentoso atuendo, más caro, por cierto, de lo que ha invertido en mejorar las guarniciones de banquetas del pobre Puerto Morelos,

Laura Fernández presume logros en obra pública que sólo existen en palabras, pero no puede explicar por qué el humo sigue molestando a la ciudadanía ni el estrepitoso endeudamiento del municipio que al principio de su administración dijo que dejaría sin deudas.

Por si fuera poco, también calla que los empleados del Ayuntamiento no la quieren, que aborrecen su prepotencia, amenazas y abuso de poder, así como la opacidad de los contratos y los préstamos que tienen endeudados a todos los habitantes del municipio.

Con una sonrisa falsa niega el descontento de empresarios con su imposición de impuestos, la falta de mantenimiento en parques, el nulo alumbrado en la delegación Leona Vicario y calla su fallido promesa de pavimentación y drenaje en zonas olvidadas de Puerto Morelos.

Enseñoreada en su papel, tampoco explica sus ausencias ni las costosas canonjías a sus aliados, mucho menos sus caros viajes fuera de Quintana Roo con boletos vip, como tampoco sus zapatos, perfume y vestimenta incongruentes con la austeridad del presidente López Obrador.

Pero, vaya, lo cierto del caso es que la renombrada “pareja sentimental” de Laura Fernández, al que hacían referencia los medios de comunicación, es socio del Grupo Internacional de Ingeniería y Consultores de Empresas en Construcciones Electromecánicas (GIISESA), SA de CV, cuyo representante es Francisco Javier Juárez Tec.

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