+Eduardo Lorenzo Martínez Arcila, símbolo de la corrupción e impunidad en el estado
+Aun cuando Morena logró mayoría en la elección de diputados, los ‘cañonazos’ azules estarán a la orden del día
Por Luis A. CABAÑAS BASULTO/Quintana Roo/Junio de 2019.- A la historia de Quintana Roo desde septiembre de 2016 tras convertirse en el primer líder del Poder Legislativo con un partido distinto a PRI, el recién “reelecto” diputado panista Eduardo Lorenzo Martínez Arcila, quien volvió a saborear las mieles del bendito sistema plurinominal, se convirtió, no obstante, en nuevo símbolo de la indignación del pueblo.
De históricas raíces como sobrino del primer ex gobernador del Estado, es decir, el priísta Jesús Martínez Ross (1975-81), el funcionario jamás hubiera podido alcanzar algún cargo de elección popular, sobre todo después de su vergonzoso paso como presidente de la Gran Comisión de la XV Legislatura del Congreso del Estado.
DILAPIDA MILLONES DE PESOS
Exhibido permanentemente en redes sociales por el desvío de 100 millones de pesos y de financiar con muchos millones de pesos las recientes campañas de candidatos afines al gobierno, de este modo se convirtió en “digno” heredero del cargo que también enlodó impunemente su antecesor, el priísta Pedro Flota Alcocer, durante el mandato de Roberto Borge.
Para ese efecto, le fue suficiente encabezar una Legislatura integrada por 25 diputados, cuya mayoría se concretó gracias a la alianza PAN-PRD en las elecciones de julio de 2016, a la que se sumaron otros legisladores, ya se imaginará Usted, gracias al poderoso “caballero” que es “don dinero” y que fue la invariable durante todo su trienio.
También acusado de mal uso de los recursos públicos como dirigente estatal del PAN en Quintana Roo en 2015, pero apoyado ahora por éste, Martínez Arcila busca seguir en las andadas en los próximos tres años, luego de que las autoridades electorales lo confirmaran como diputado plurinominal, por el Principio de Representación Proporcional, de esos que llegan al poder sin recibir un solo voto.
Bajo el precepto de Resto Mayor, el PAN obtuvo otra curul con María Cristina Torres Gómez, mientras que por el PRI se benefició Judith Rodríguez Villanueva, y por el PRD, Iris Adriana Mora Vallejo; José de la Peña Segura Ruiz de Chávez, por el Verde “Ecologista”, y José Luis Toledo Medina, por Movimiento Ciudadano.
Por el término de “Cociente Electoral” llegaron los morenistas Luis Fernando Chávez Zepeda y Paula Pech Vázquez; José Luis Guillén López por Movimiento Auténtico Social, y Roger Cáceres Pascasio, con Confianza por Quintana Roo.
En suma, Morena tendrá 8 diputados; el PAN, 4; el PT y el Verde, 3 cada uno; el PRD y el PRI, dos cada uno, mientras que Movimiento Ciudadano, Auténtico Social y Confianza por Quintana Roo, una curul.
LOS ‘CAÑONAZOS’ AZULES
Por alianzas, la de Morena-PT-PVEM cuenta con 14 diputados, y la del PAN-PRD, 6, aunque falta determinar a cuál se alinearán los 2 del PRI y los 3 restantes, éstos últimos muy probablemente al segundo bloque, que alcanzaría 9 y buscaría coaptar a los del tricolor, vía “cañonazos” azules
Aunque éstos últimos no son suficientes para contrarrestar la mayoría absoluta con que cuenta el bloque morenista, sí lo serían para impedir que la gente de López Obrador alcance la mayoría calificada de 17 votos para reformar la Constitución local sin necesidad de sumar a otros.
Lo realmente indignante es que quien muy probablemente encabece la oposición desde el Legislativo -ya lo adivinó Usted- sea Martínez Arcila, desde luego, nuevamente con el apoyo del gobierno, que buscará a toda costa y costo “blindar” sus cuentas públicas y el cada vez más oculto y sospechoso endeudamiento de Quintana Roo.
Para ese efecto, Martínez Arcila también recurrió al blindaje de su “gestión” en la Legislatura por concluir, que no sólo rellenó con “aviadores”, asesores y “comisionados”, sino donde también habría desviado 100 millones de pesos en supuesto apoyo social que nunca llegó a los no menos supuestos beneficiados.
TRIQUIÑUELAS LEGALES
Factor determinante de estas irregularidades fue su contralor interno en el Poder Legislativo, Jorge Alberto Rejón Chan, quien no sólo “no vio” ni supo nada, sino que, a través de una serie de triquiñuelas legaloides, buscaba que éste se mantuviera en el cargo por 3 años más en una posición vital para la vigilancia y revisión de las cuentas del Congreso del Estado.
Mediante amañado artículo Transitorio, Martínez Arcila pretendía cubrirse las espaldas, por lo que escondió premeditadamente durante casi seis meses un decreto que jamás se discutió ni propuso ante los diputados, como tampoco se abordó en comisiones ni siquiera estaba en el proyecto que sirvió para elaborar el dictamen de Ley Orgánica, aprobada el 29 de diciembre de 2018, pero publicado apenas la semana anterior en el Periódico Oficial.
LA PROTECCIÓN DESCARADA
¿Quién es Chan Rejón? Ex director administrativo de la Secretaría Estatal de Turismo con Mario Villanueva Madrid, se convirtió en secretario particular del ex alcalde priísta de Othón P. Blanco, el mitómano Carlos Mario Villanueva Tenorio -vástago del ex mandatario-, quien, transformado en miembro del PES, lo convirtió en regidor de Eduardo Espinosa Abuxapqui.
Como diputado de la XV Legislatura, Carlos Mario “negoció” con Martínez Arcila nombrar contralor interno a Rejón Chan el 16 de noviembre del 2016, tras lo cual logró que el PES lo hiciera candidato a diputado federal por el II Distrito en 2018, Todo ello, ¿A cambio de qué? De impunidad total.
Dicha impunidad también se extiende a la Fiscalía General del Estado, a la que, en septiembre de 2017, Martínez Arcila le aprobó junto con sus “camaradas” el nombramiento de la yucateca Aida Leticia León Canto como titular del Órgano Interno de Control, pese a tratarse de una ex funcionaria del Gobierno de Yucatán, con apenas dos meses de haber arribado a la entidad.
No pocos quintanarroenses, nativos o avecindados, no solo reprobaron, sino, que además, se indignaron con el nombramiento de la funcionaria, que apenas un mes antes renunció como directora jurídica del Congreso de Yucatán, pero fue una de las mejores pruebas de la alianza de poderes Legislativo-Ejecutivo.
¡Adiós división de Poderes! ¡Adiós combate a la corrupción!
…¡Y todavía restan tres años!