+ Pide 500 millones de pesos para firmar regularización de un predio que será desarrollo de actividades ecoturísticas
+Con un salario de 598 mil pesos mensuales, el nuevo ‘Rey Midas’ ha transformado en oro sus negocios particulares, que contrastan con la marginación y pobreza de los habitantes
Por Luis A. Cabañas/SFAS/Julio 2019.- La solicitud de entregar 100 hectáreas o 500 millones de pesos al alcalde de Bacalar, Alexander Zetina Aguiluz, como condición para firmar la regularización de 960 hectáreas que se destinarán al desarrollo de actividades ecoturísticas al ejido Aarón Merino Fernández, fue la gota que derramó el vaso en ese municipio plagado de irregularidades.
Con una opacidad sólo superada por su homóloga de Puerto Morelos, Laura Fernández Piña, el reelecto munícipe del ahora mal llamado “Pueblo Mágico” es ahora llamado el nuevo “Rey Midas”, ya que en los últimos tres años, pese a contar con un sueldo mensual de 598 mil pesos, ha transformado en oro sus negocios particulares, que contrastan con la marginación y pobreza de los habitantes de Bacalar.
Así, adquirió 10 propiedades durante los últimos dos años: Hoteles, residencias, departamentos, escuelas y hasta supermercados que, con un valor de más de 15 millones de pesos, se suman a una serie de denuncias por intento de despojo por parte de familias de escasos recursos que poseen terrenos en el centro Bacalar, ahora de alta plusvalía ante la llegada del Tren Maya.
MARGINACIÓN Y EL REY MIDAS
Bacalar cuenta con 48 colonias y 57 comunidades rurales ubicadas en la zona limítrofe con Campeche, donde existe marginación y falta de servicios públicos, mientras que el Ayuntamiento carece de estudios de impacto ambiental en la llamada Laguna de los Siete Colores, que ya muestra señales de contaminación.
A todo ello se agregan constantes asaltos a mano armada, robos a casa habitación y a comercios, sin que ello preocupe a Zetina Aguiluz, como tampoco la falta de obras públicas o la creciente actividad relacionada con el narcotráfico, como la reciente ejecución de un pescador y un policía en pleno domo deportivo.
En torno al tema del ejido Aarón Merino Fernández, éste prepara denuncias en su contra. El presidente del comisariado, Juan Manuel Herrera; el ex comisario, Román Guzmán González, y otros integrantes acudirán ante autoridades de los tres niveles, así como al Congreso local y la Fiscalía Anticorrupción.
Su propósito será solicitar la documentación de cada propiedad que ha acumulado el munícipe, a quien acusan de haber amasado una fortuna superior a 15 millones de pesos, distribuida en bienes inmuebles que ha puesto a nombre de familiares y testaferros durante los dos periodos al frente de la Comuna.
EXIGEN CUENTAS
Recientemente apareció una manta en la comunidad denunciando a Zetina Aguiluz de apropiarse de terrenos y venderlos, a pesar de tener propietarios. En la manta se le exigía la devolución del dinero que obtuvo por la venta de una propiedad.
Los ejidatarios realizaron una manifestación en palacio municipal, donde acusaron al alcalde de ladrón, anticiparon que no les robará ningún peso, además de señalarlo de permanecer ausente de sus oficinas.
“Presidente fantasma, multimillonario, corrupto y nefasto, deja de robar y ponte a trabajar”, se leía en las mantas.
EXIGEN AUDITORÍA
El representante de los ejidatarios, Román Guzmán, dijo que solicitarán al gobierno federal una auditoría a la administración de Zetina Aguiluz y a sus familiares para investigar la procedencia de todos los bienes muebles e inmuebles que ha obtenido como alcalde de Bacalar.
Sin embargo, éste no fue la única muestra pública de inconformidad en su contra, ya que, cansados de sus engaños y de incumplir con la dotación de servicios básicos, más de un centenar de habitantes de comunidades rurales tomaron parcialmente las instalaciones del palacio
Encabezada por el dirigente de Antorcha Campesina, Daniel Osorio García, vecinos de 57 comunidades rurales, con pancartas y gritos exigieron la intervención del funcionario, que los ha engañado por segunda ocasión con la dotación de servicios como electrificación, agua potable, rehabilitación de sistemas y espacios para esparcimiento.
La representante de la organización en Bacalar, Verónica Pat Hoil, indicó que “las demandas de las colonias y comunidades rurales son de orden prioritario, no sólo hacer como que se trabaja, pero solo es simulación del Ayuntamiento”.
Según Luciano Núñez, del portal Grupo Pirámide, la familia de Zetina Aguiluz sólo tenía un hotel desde hace muchos años, pero con la investidura de alcalde orquestó una red de negocios que tienen que ver con su origen de educador: Un instituto de enseñanza privada al lado de la carretera federal; el único negocio con patente de alcohol que funciona 24 horas; la distribución de cerveza Corona y un moderno centro de oficinas comerciales en una esquina histórica, que rompe la imagen urbana de pueblito.
El Instituto, “San Felipe Bacalar” está ubicado en una zona estratégica del municipio: Frente a la carretera federal, con acceso privilegiado. Cuenta con edificio para preescolar y primaria, detrás de una barda que impide la visibilidad desde la calle.
Uno de los ex empleados del municipio reveló que parte del personal se incluyó en la nómina del Ayuntamiento desde que Zetina Aguiluz entró a la Comuna en 2016 gracias a la coalición PRI-Nueva Alianza, partido con el que también había llegado a la diputación.
Para ello, hizo una alianza de facto con el entonces presidente, José Alfredo Contreras, El Chepe, alcalde en el período anterior con las banderas del PRI. El PT fue el único partido que le dio batalla, pero no le alcanzó para contrarrestar la estructura en la zona rural. Así volvió a perder Morena en el proceso pasado.
Para colmo, aún le restan dos años más de gobierno.
¡Pobres bacalarenses!… aunque ya comienzan a despertar