- Las ocurrencias del gobierno morenista y su valemadrismo, tiene harto a los tabasqueños
- La entrada a Villahermosa por el puente Grijalva II, que conduce a las Gaviotas es bloqueado
- De por sí en esa avenida se arman largas filas por las obras que aún no termina el gobierno municipal
Por Pedro Pablo Jaramillo/Villahermosa, Tabasco; 31 de octubre, 2023.- Las ocurrencias del gobierno morenista de realizar obras sin la más mínima planeación tiene colapsada a la ciudad de Villahermosa y causando severos daños a la economía local. Los únicos beneficiados son los ‘compadres’ a los que de manera directa se le asignaron las obras, y que sigue pasando el tiempo y aún no las entregan.
Hoy los transportistas –pochimovileros- cerraron por varias horas los carriles del puente Grijalva II en Villahermosa, para protestar por el caos vial que se genera en Gaviotas Sur y Gaviotas Norte por obras municipales que se realizan en la zona y que no tienen para cuando acabar; esto ocurrió sobre la avenida Colosio, unas de las vías más transitadas para librar la ciudad.
También el gobierno estatal levanta un puente al lado del Grijalva II y tiene cerrado el acceso al Grijalva III. Mientras que el gobierno municipal, que inició la ‘corcholatita’ de Yolanda Osuna Huerta, tiene a medias la introducción de un acueducto por todo Paseo Usumacinta, que del por cierto ya presenta también retrasos. La expriísta prefirió irse de ‘chapulina’ que concluir su trienio y rendir cuentas.
Un sinnúmero de obras municipales están a medias, mientras que la alcaldesa dilapida recursos a manos llenas para ganar la encuesta que la convierta en la coordinadora estatal de los comités de defensa de la 4T.
A eso se le suma la eterna construcción del distribuidor vial de Guayabal, que el gobierno de Carlos Manuel Merino Campos encargó a los amigos de Adán Augusto López. La obra debió entregarse el año pasado, y ya terminó octubre y siguen ‘trabajando’. Incluso ya se detectaron problemas en su infraestructura que hoy en día están corrigiendo a marchas forzadas.
Mientras que en el malecón de Villahermosa continúan las remodelaciones que realiza la Sedatu y a pesar de las graves pérdidas que ocasiona el retraso, ni el gobernador Merino ni la ‘corcholatita’ de Yolanda Osuna, se dignaron a defender los intereses de los tabasqueños. Solapan con su silencio cómplice la corrupción que impera alrededor de la obra.