CONTEXTO POLÍTICO
Roberto PÈREZ LÒPEZ
MÈXICO ESTA DE LUTO
El país sufre un grave retroceso histórico, al conmemorarse este 15 de septiembre el 206 aniversario del Grito de Independencia no hay absolutamente nada que festejar, cuando desde hace tres décadas los gobiernos han dilapidado la riqueza de la Nación, el petróleo, pero este último, Enrique Peña Nieto de plano entregó la soberanía de México.
Desde el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, del PRI, promotor e iniciador de la entreguista política neoliberal, al desincorporar las empresas paraestatales, pasado por los desgobierno del PAN con Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón Hinojosa, hasta llegar a Peña Nieto, todos con el afán de enriquecerse, hacer negocio y traicionar a la patria.
Históricamente el omiso gobierno de Peña Nieto resultó el peor, vulneró la soberanía nacional al modificar los artículos 25, 27 y 28 Constitucional que garantizaban la posesión y propiedad de la riqueza del subsuelo, de los hidrocarburos y sus derivados, todo para la privatización y entrega del petróleo al capital extranjero.
Antes, Fox permitió que sus entenados, los hijos de Martha Sahagún, hicieran negocio ligado a la industria petrolera, vinculados a Oceanografía, después Calderón con el cuñado Hildebrando, puro negocio familiar de ambos mandatarios del PAN, incluso Felipe arrancó con la reforma laboral, para dejar indefenso al obrero mexicano frente al capital extranjero.
Ante la confabulación histórica de estos gobiernos del PAN y PRI contra el interés del pueblo de México, la convocatoria nacional es que este 15 de septiembre no haya grito, sino un silencio sepulcral por el país, que sea una demostración de unidad y desacuerdo con la manera y rumbo que le han dado a la Nación.
En las redes sociales empezó a circular dicha convocatoria para que los días 15 y 16 de septiembre todos los mexicanos le den la espalda a los gobernantes –de los distintos partidos-, que solo ellos con las plazas públicas vacías celebren las fiestas patrias, que por primera vez en la historia el grito de Independencia y de libertad sea un silencio sepulcral.
Un gran silencio de inconformidad y desacuerdo, que los principales líderes y mandatarios sientan que este gran país le da la espalda, que México está de luto, que no hay nada que festejar, con autoridades corruptas, cobijadas en la impunidad se han enriquecido, frente a una profunda pobreza de millones de mexicanos.
Por la tristeza y zozobra que en viven millones de compatriotas por la inseguridad, que permanecen secuestrados en sus hogares y comercios, entre rejas, con blindaje de todo tipo, temerosos de la delincuencia organizada que prácticamente tiene sitiado al país, ante la indolencia, complicidad y complacencia del gobierno.
No hay nada que festejar por los cientos de desaparecidos, los miles de muertos, por una profunda crisis económica, México y los mexicanos están de luto, sin ánimo de salir aplaudir al Ejército Mexicano, mucho menos a los gobernante en turno, así que este 15 de septiembre no acudan a las plazas públicas.
Que sea un gran silencio que retumbe de enojo y de reclamo, que el grito de los gobernantes se pierda en el aire y en el silencio del pueblo, que el mismo pueblo en sus hogares con la familia y los amigos griten por México, por un país que no olvida a sus muertos y desaparecidos, por una Nación que está de luto.
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