¡Alianza PAN-PRI ante la corrupción!

                                     Por Luis A. CABAÑAS BASULTO*

En un nuevo embate del sistema de partidos constituidos contra los políticos independientes, el PAN y el PRI dieron una muestra más de su simulada rivalidad, ahora en torno a los intereses del tricolor, al defender la corrupción del ex gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina, contra el mandatario independiente de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco”.

Tal y como ocurrió con el reciente motín en el penal de aquella entidad, que también le achacaron al Ejecutivo, las bancadas de esos partidos se le fueron encima por el incumplimiento de un irregular convenio de su gobierno con la compañía coreana KIA Motors de México.

En punto de acuerdo que suscribió el PAN en la Cámara de Diputados para exhortar a Rodríguez Calderón a resolver dicho “problema”, se pidió la intervención de la Secretará de Economía y de la SCT, ya que se trata de una inversión de 75 mil millones de pesos se invertirán y una derrama de 10 mil empleos directos.

A decir del panista Alfredo Javier Rodríguez Dávila, es increíble que se haya hecho público a través de las redes sociales, el convenio con “cláusula de confidencialidad” entre KIA y Gobierno del Estado, con lo que se incumplió la ley de los servidores públicos y expuso a Nuevo León a pagar una multa por publicar el plan de negocios de la empresa.

Como era de esperarse, los partidos priístas, disfrazado de Verde “Ecologista”, Encuentro Social y Nueva Alianza defendieron la postura del blanquiazul, aunque, más honestos, el PRD y Movimiento Ciudadano pusieron los puntos sobre las “íes”, éste último al calificar de delincuente al ex gobernador del PRI y pronunciarse por llamarlo a cuentas.

En efecto, es inconcebible que para Rodríguez Dávila resulte increíble que el contrato se haya hecho público por una supuesta reglamentación, cuando que la propia Constitución otorga el derecho a conocer este tipo de acciones del gobierno, como un derecho humano de acceso a la información pública.

Precisamente Movimiento Ciudadano, a través de su diputado Samuel García, había promovido y justificado en Nuevo León que el contrato se hiciera público, dado que se trata de la irregular instalación de una empresa en México a través de una serie de sospechosos incentivos y estímulos fiscales, pues la ley sólo prevé como máximo el 5% respecto al monto de la inversión.

Sin embargo, el gobierno del PRI le había otorgado un conjunto de estímulos ¡por más de 10 mil millones de pesos! Si Pitágoras no se equivoca, hablamos de un millón de pesos por empleo que supuestamente se crearía. En ninguna industria ni programa –incluido el del Rescate del Campo- se otorga un millón de pesos por empleo vía estímulos fiscales, prohibidos e ilegales, además.

Si lo que preocupaba al PAN era el tema de los empleos, ¿por qué no dijo que, según los registros formales de la Secretaría del Trabajo y del IMSS, en Nuevo León se han creado 26 mil empleos tan sólo en lo que va de este año, mientras que el panista Rafael Moreno Valle sólo han logrado crear cuatro mil en Puebla? Más de seis menos que en Nuevo León.

Ahora bien, sí al PRI y al PAN les preocupara realmente la legalidad e cumplimiento del Estado de Derecho, ¿por qué no difundieron nada sobre la compra de terrenos involucrada en la transacción KIA-Rodrigo Medina?

En sólo 15 meses la compra de esos terrenos significó un negocio de 130 millones de pesos para los socios del ex gobernador del PRI que, a través der una empresa creada un mes antes, compraron los inmuebles en 55 millones y revendieron en 186 millones al gobierno de Nuevo León para que éste los donara a la empresa. Se ganaron 130 millones de pesos en 16 meses bajo el amparo del poder público y tráfico de información.

En total, existen 33 irregularidades en ese contrato, así como múltiples violaciones a la ley, además que lo que plantea el gobierno independiente de Nuevo León no es que desaparezca esa inversión, sino que el contrato se revise y ajuste a derecho para proteger el patrimonio de los neoloneses.

Asimismo, tal y como plantea Movimiento Ciudadano, se trata de que haya desarrollo, empleo, bienestar, y no un problema con la industria, toda vez que se trata de un problema que solapó el gobierno priísta en beneficio de la corrupción en un contrato que no puede sostenerse ni ejecutarse en los términos en que se firmó.

Un ensayo del Premio Nobel de Economía, Paul Krugman, “Competitividad, esa peligrosa obsesión”, refiere que, a diferencia de las empresas que compiten, es una competencia pura entre sí por la inversión.

Contra lo que se esperaba, la postura del PRD también fue contra esa propuesta panista, finalmente aprobada -claro, era suficiente el apoyo del PRI y sus “satélites”-, pues señaló que  la inversión que llega a México debe ser con empleos de calidad, bien remunerados y, sobre todo, con las normas que aplica y que exige el Estado mexicano.

Lo increíble del caso es que la “mayoría” de la Cámara de Diputados se pronuncie contra un gobierno que no tiene ni un año de constituido y sin un solo legislador que fije posición en torno al “Bronco” Rodríguez Calderón, ya sea a favor o en contra, lo que aprovechan los que no pudieron impedir su triunfo en Nuevo León e insistan en denostar por todo en su contra

Aunque se trata de un mandatario que carece de fuerza en el Congreso de su Estado y de apoyo en las Cámaras de Diputados y Senadores, menos aún de los medios de comunicación, “El Bronco” es un gobernador que emergió del pueblo, que, guste o no, está haciendo su mejor esfuerzo, por lo que debe ser respetado ante la autonomía y federalismo mexicano.

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