• Es de recordarse que en el 2009 fue investigado por sus nexos con el crimen organizado cuando era parte del grupo de Óscar Ferrer

Por Pedro Pablo Jaramillo/Huimanguillo, Tab.- A los habitantes de la “tierra de la piña” les llueve sobre mojados, pues durante los últimos tres trienios han tenido alcaldes trácalas que junto a sus funcionarios tienen al municipio en un desastre y el corredor dorado de los huachicoleros y el crimen organizado.

El Ayuntamiento, como en otros gobiernos morenistas, está convertido en un rancho, donde el capataz principal no es el alcalde inepto José del Carmen Torruco, sino el contralor municipal José Arturo Aragón Otáñez (a) El Patrón, quien hace y deshace en la comuna, al grado de que es el principal promotor del nepotismo, claro bien protegido por su jefe de grupo, Óscar Ferrer, quien de última hora en la pasada elección cambió como vil traidor la camiseta amarilla por la de Morena.

A saber, de acuerdo a información difundida, tiene trabajando en esa comuna a una hija, dos hermanas y hasta a su yerno, más otros familiares que se han ido sumando a lo largo de un año y 8 meses de gobierno.

Es de recordar que en 2009, por presuntos nexos con el narcotráfico, las policías federal y estatal, con apoyo militar, detuvieron a Ramón Arturo González de la Cruz, secretario particular del alcalde perredista de Huimanguillo, Óscar Ferrer, así como a diez agentes de la policía municipal

Las investigaciones culminaron también en las capturas del director de Seguridad Pública de ese entonces, José Arturo Aragón Otáñez –estuvo bajo proceso en Puente Grande-; su hermano Jesús Alberto, exsubdirector de Fiscalización y Normatividad del mismo ayuntamiento, y de tres uniformados más, el 22 de agosto anterior

Lo anterior resultado de las pesquisas por las ejecuciones del coordinador de la corporación municipal, Sael Jiménez Salaya y su guardaespaldas Jacinto Rodríguez.

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