+ Falsas verificaciones a comercios dejan jugosas ganancias y ponen en riesgo a miles de tabasqueños

Por Pedro Pablo Jaramillo/Villahermosa, Tab.- Solamente faltaba que en Tabasco se diera un acontecimiento de la magnitud de la pandemia Covid 19 para que salieran a relucir los negocios que se hacen al interior de la Secretaría de Salud.

En una investigación de campo, pudimos entrevistar a varios trabajadores de la SS, los cuales informaron que son miles de pesos los que se manejan de manera ilegal en dicha dependencia, recursos ilícitos que llegan presuntamente hasta los bolsillos de la titular Silvia Roldan o uno de sus subalternos, quien por cierto resulto contagiada de coronavirus.

La forma en que se llenan los bolsillos de dinero, es a través de la certificación de inspecciones sanitarias, mismas que nunca realizan y por las cuales cobran fuertes sumas de dinero, estas se aplican a franquicias de comida, restaurantes, supermercados, abarroteras, clínicas particulares, en donde los inspectores llegan, firman y entregan un documento al propietario del negocio sin checar nada y este a su vez les recompensa con dinero.

Se estima que la cantidad de dinero que obtienen en la recolecta de la supervisión sanitaria que aparentemente se realiza, asciende a más de un millón de pesos solamente en la capital del estado, ya que ni las taquerías, fondas, cocinas económicas, puestos ambulantes se escapan de que les pasen la charola para entregarles su certificado de salud.

LA MUERTE EN CHEDRAUI

Hoy denuncian que un trabajador de Chedraui Carrizal falleció de Covid 19 y que también contagió a varios de sus compañeros, pero extrañamente ese supermercado, cuenta con la verificación sanitaria por parte de la Secretaría de Salud y fue que mediante una denuncia anónima de los mismos empleados, se pudo comprobar que dichas verificaciones no se efectúan, sino que son pagadas para que les den el certificado como aprobado.

Nada se escapa de la corrupción en esta administración morenista, los políticos de la cuarta trasformación, privilegian sus bolsillos antes que la seguridad e integridad de la población.

La muerte por contagio del empleado de Chedraui Carrizal, abre un boquete a la falsa filosofía de No mentir, No traicionar y No robar.

En otro caso, en Chedraui Plaza Crystal, el área de salchichonería, hay un empleado que solo usa un guante, y con la otra mano libre, toca la comida, y no obstante que se ha reportado, sus superiores no hacen nada al respecto.

En tanto, la Defensora del Consumidor, a cargo de Pedro Aldecoa, sigue durmiendo el sueño de los justos, pues no hace nada para frenar la escalada de aumentos, que según el gobierno estatal y federal no se permitiría. En supers, la reetiquetación está en su máxima expresión e incluso los dueños colocan hasta notas en las que dan a conocer los exageramos incrementos.

 

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