• paginas3El alcalde de Cancún está desesperado por apuntarse en la contienda del PRI por la gubernatura de Quintana Roo
  • Inunda con su imagen todos los medios de comunicación para posicionarse

                                                      Por Luis A. CABAÑAS BASULTO*

En su desesperación por apuntarse en la contienda del PRI por la gubernatura de Quintana Roo, cuyo proceso arrancará el 16 de marzo del 2016, el presidente municipal de Benito Juárez, Paul Carrillo de Cáceres, ha adoptado la estrategia de inundar con su “imagen” todos los medios de comunicación, incluidas las redes sociales.

Rechazado por la enorme mayoría de la población, de la que él mismo se marginó frente a los grandes problemas sociales, el munícipe busca una popularidad de la que nunca gozó inclusive desde su ascenso, cuando los propios priístas rechazaron su candidatura, no sólo por su acusada homosexualidad, sino también por su cerrazón política.

Enemigo de los medios y hasta de su propia pareja, la joven argentina de la que se divorció recientemente, el funcionario paró orejas hace unos días tras reciente evento entre los 10 presidentes municipales del Estado, que dieron su aval para que su homólogo de Solidaridad, Mauricio Góngora Escalante, fuera su coordinador en la Conferencia Anual de Municipios de México y, por ende, elevara sus bonos hacia la candidatura.

Quizá esto no le hubiera causado mayor preocupación a Paul Carrillo, hasta que hace unos días, en la propia cuna de los últimos dos gobernadores de Quintana Roo, esto es en Cozumel, los alcaldes de Lázaro Cárdenas, Isla Mujeres, Felipe Carrillo Puerto, José María Morelos, Cozumel, Bacalar y Tulum acordaron respaldar a Góngora Escalante, para la candidatura del PRI a la gubernatura en el 2016.

El reciente, prematuro “autodestape” del alcalde de Othón P. Blanco, Eduardo Espinosa Abuxapqui, y la sospechosa “aparición” de Carlos Joaquín González en el sur de Quintana Roo, provocaron un sismo en el sistema político del PRI, sumado a que, sospechosamente, ni el chetumaleño ni Paul Carrillo asistieron a la citada reunión.

Bautizado con el mote de “disque” presidente municipal porque, en realidad, quien lleva las riendas del gobierno municipal desde Cancún es el secretario general de la Comuna, el verde-“ecologista” José de la Peña Ruiz de Chávez, Paul Carrillo se incluye entre quienes, aun cuando no cumplen ni siquiera con su actual encomienda, insisten en escalar otras posiciones.

Es verdad que tiene todo el derecho del mundo de hacer su lucha, gastar o malgastar recursos del erario público para promocionar su imagen, pero lo hace de una forma tan burda, que a todas luces se nota falsa y no logra engañar ni a los propios trabajadores de los servicios públicos del majestuoso Cancún, porque simple y sencillamente, se trata de un show mal montado.

Como opinan los analistas políticos, para que Paul Carrillo hubiera alcanzado la etiqueta de candidateable para la gubernatura, tal y como desean él y su “madrina” Ivonne Ortega Pacheco, debió aprovechar sus casi dos años como presidente municipal, pero se dedicó a las juergas con sus amigos y sobrellevar su relación con su ex esposa.

De nada le valió resultar beneficiado con las mil y un artimañas del PRI para arrebatarle al PRD el municipio que gobernó durante dos trienios consecutivos, ya que su marcada inexperiencia propició que cayeran marcadamente sus bonos en ese polo de desarrollo turístico que es Cancún.

En, efecto, entre sus últimos cargos de importancia en la política estatal, en el 2006 se desempeñó como director general de Participación Ciudadana, dependencia encargada de la protección civil en Benito Juárez, donde enfrentó los daños ocasionados por el huracán “Dean”.

Posteriormente, en el 2011 se convirtió en diputado local por la XIII Legislatura del Congreso, donde ocupó la presidencia de la Comisión de Turismo, aunque un año después abandonó la diputación para buscar la candidatura del PRI al Ayuntamiento benitojuarense.

Con la moral por las nubes, Paul Carrillo perdió el piso y, promovido por el ex gobernador Félix González, se propuso alcanzar la “silla” desde el año anterior, cuando, ante las posibilidades del entonces presidente de la Gran Comisión del Congreso del Estado, el ahora diputado federal electo, José Luis “Chanito” Toledo Medina, emprendió una sorda, estéril pelea contra él.

Entre sus principales desaciertos se incluye haber echado por la borda sus posibilidades por permitir una corrupción inaudita de sus colaboradores, sobre todo en éste su segundo año de gestión.

Con el pretexto de “regularizar” a todos los prestadores de servicios turísticos, desde grandes hoteles hasta antros propios del turismo, su titular de Fiscalización, Raymundo López Martínez, se convirtió en el extorsionador número uno entre los negocios de Cancún, tan es así que el año anterior le exhibieron videos jugando en Las Vegas los fines de semana.

Lejos de tomar como lección aquellas denuncias, y pese al aumento de malestar de empresarios, la extorsión “oficial” por supuestas o reales deficiencias en todos negocios continúa hasta hoy, sumado a que el crimen organizado también cobra “derecho de piso” en ese centro turístico mundial.

Las inconformidades contra Paul Carrillo rebasó la paciencia de los afectados, quienes filmaron a Raymundo López cobrando una multa de 120 mil pesos a un poderoso dueño de dos hoteles y restaurantes, con la condición que le diera 50 mil pesos, en tanto el resto sería gastos de ejecución, además de que sólo se le extendería un recibo oficial por 8 mil pesos.

El video fue el golpe político más demoledor contra el alcalde, quien resultó exhibido como corrupto, inepto y manipulado por sus colaboradores, a los que se califica como quienes verdaderamente controlan el poder, cuando que en lugar de atender los problemas de su municipio, anda construyendo una candidatura que sólo alcanzaría milagrosamente.

Por si fuera poco, sin frenar la corrupción de su equipo, Paul Carrillo ha reconocido que las arcas del Ayuntamiento están quebradas, además de tener grandes adeudos con la CFE, empresas que recolectan y procesan basura, e IMSS (700 millones de pesos)

No obstante, en su aspiración a la gubernatura, pagó prensa escrita y electrónica en Chetumal y Cancún para desacreditar a Toledo Medina, por lo que en tanto los aspirantes del PRI traigan un divisionismo sin visos de solución, el único ganador sería la oposición, lo que, con toda seguridad, en nada agradaría al PRI… ni al gobernador Roberto Borge.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *