• Las denuncias contra el fiscal Nicolás Bautista Ovando no proceden y se siente intocable al pertenecer a la misma cofradía de Adán Augusto López y Jaime Lastra, que destruyen a Tabasco

  • La Fiscalía se niega a devolver el ganado que robó utilizando un comando de ministeriales en un rancho en Jonuta

Por Isaac Mendiola/Villahermosa, Tabasco.- La Fiscalía General de Tabasco está convertida en cueva de abigeos, bajo el manto protector del fiscal Nicolás Bautista Ovando, y el silencio del gobernador Carlos Manuel Merino Campos ante los abusos de la institución encargada de procurar justicia.

Lo anterior en base a la denuncia realizada por la familia Lezama Zubieta, en el sentido de que en abril del 2021, la FGJ ejecutó un cateo al rancho “San Jerónimo”, del municipio de Jonuta.

En el mega operativo de los ministeriales de la Fiscalía Región Ríos, que encabeza José Luis Rodríguez, con sede en Balancán, sin mostrar una orden del juez, sustrajeron 267 vacas, bajo el argumento de que eran robadas. La Fiscalía anunció con bombos y platillos, que había sido el golpe más grande que se había dado al abigeato.

Cosa más falsa, pues el propietario del rancho, Julio César Lezama Zubieta, demostró con documentos en mano que los semovientes que fueron ‘asegurados’ contaban con la documentación legal.

Desde ese entonces comenzó el viacrucis de la familia Lezama Zubieta, para denunciar el abuso de la Fiscalía y recuperar el ganado.

Lo peor de todo, es que a pesar del mandato judicial de un Juez que conoció del caso y ordenó la entrega inmediata de los semovientes, además de las crías que se registraron en algunas de esas 267 vacas, la Fiscalía se niega a entregar los animales a su propietario.

Nicolás Bautista Ovando y Jaime Lastra.

La denigrante actuación del Fiscal General de Justicia, Nicolás Bautista Ovando, fue denunciado ante el gobernador en más de una ocasión, sin embargo, el capitán Carlos Manuel Merino Campos, guarda silencio cómplice, tal vez para no molestar al presidente de la Jucopo del Congreso local, Jaime Lastra Bastar, expriísta de dudosa reputación hoy con la casaca de Morena, como la mayoría de la cofradía que acompaña a la ‘corcholata’ de Adán Augusto López Hernández.

Y así, la Fiscalía del estado sin más vergüenza se dedica a fabricar delitos, al servicio del poder.

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