* El envío de la Guardia Nacional ordenado por el presidente desata una ola de indignación en California; hay detenidos, heridos y creciente confrontación entre autoridades estatales y federales
Por Agencias SFAS/Los Ángeles, California. – La tensión escaló dramáticamente este fin de semana en Los Ángeles, tras la llegada de 300 efectivos de la Guardia Nacional enviados por orden directa del presidente Donald Trump, en un intento de contener las crecientes protestas contra sus políticas migratorias. El despliegue, parte de un contingente mayor de 2 mil militares, fue calificado como un “espectáculo” por el gobernador demócrata Gavin Newsom, quien denunció la medida como una provocación federal.
Las manifestaciones, que se intensificaron desde el viernes, tienen como eje de rechazo las redadas realizadas por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), que dejaron al menos 44 inmigrantes detenidos en distintos puntos de la ciudad. Durante los enfrentamientos más recientes, se registraron siete nuevos arrestos, dos policías heridos y al menos un intento de agresión con un cóctel Molotov contra un oficial, según confirmó el jefe del LAPD, Jim McDonnell.
El epicentro de las protestas fue el Ayuntamiento de Los Ángeles, desde donde cientos de personas marcharon hasta el edificio federal que alberga un centro de detención de ICE. Allí, enfrentaron verbalmente a miembros de la Guardia Nacional, acusándolos de responder a un “régimen antiinmigrante”. Las consignas no se hicieron esperar: “Our City” fue pintado en las paredes del complejo como símbolo de resistencia local ante la militarización federal.
El Departamento de Policía de Los Ángeles declaró la manifestación como “una asamblea ilegal”, lo que habilitó el uso de la fuerza para dispersar a los manifestantes. La jornada dejó imágenes de vehículos incendiados, fuegos artificiales, barricadas improvisadas con mobiliario urbano y graffitis dirigidos al ICE y a la Casa Blanca.
Trump, por su parte, defendió el operativo asegurando que se trata de una medida para imponer “una ley y un orden muy fuertes” y no descartó ampliar el despliegue militar a otras ciudades donde las protestas se multipliquen. En tanto, unidades de la 79ª Brigada de Infantería ya se han desplegado también en zonas como Compton y San Bernardino, donde se registraron disturbios previos.
Mientras tanto, líderes comunitarios, organizaciones pro derechos humanos y activistas advierten que la ciudad se encuentra al borde de una confrontación más profunda si el gobierno federal insiste en reprimir con fuerza militar un problema que, aseguran, exige soluciones humanas y legales.