CHETUMALPor Luis A. CABAÑAS BASULTO/ CHETUMAL, QROO.-   A punto de perder la presidencia municipal de Othón P. Blanco, pero socorrido durante las elecciones del 2013 por la siempre misteriosa “cosecha” de votos del PRI, el papel del alcalde Eduardo Espinosa Abuxapqui sigue siendo sospechoso tras que desligara de malos manejos a su antecesor, el mitómano Carlos Mario Villanueva, y además lo tuviera como “asesor” en el Ayuntamiento pese a haberse cambiado de partido este último

En efecto, afortunado desde la negociación misma de su candidatura a la alcaldía gracias a millonario adeudo del ex gobernador Félix González a su padre Mario Villanueva Madrid, el “Junior” Carlos Mario, volvió a ser bendecido por la diosa fortuna con la aprobación de millonario, sospechoso adeudo por 272 millones de pesos, supuestamente para “sanear” las finanzas del Ayuntamiento que desgobernaba hacía más de año y medio.

Sumido entonces en el escándalo financiero de malos manejos, sospechosas erogaciones, contrataciones múltiples de amigos con onerosos salarios y docenas de inexplicables “asesores” incondicionales que de nada sirvieron más que para devengar envidiables salarios que regateó a quienes sí los merecían, el ahora ex priísta y miembro del nuevo Partido Encuentro Social /PES) logró librar un verdadero escándalo político, gracias a Espinosa Abuxapqui.

No obstante, si bien la propia aprobación de la solicitud envolvió en las más diversas sospechas a los regidores de la Comuna, no menos recelos generó en los representantes “populares” del Congreso del Estado, que poco esperaron para calmar los agitados reclamos de la población para, instruidos por el regordete Espinosa, apoyar al soberbio vástago del ex gobernador preso en Nueva York.

Con todo, no había ninguna necesidad de ser sabios para anticipar esa aprobación tras recibir la “línea” para apoyar el financiamiento de hasta por 272 millones de pesos, “desaparecidos”, pese a que, en teoría, serían para evitar un colapso en las finanzas de Othón P. Blanco y garantizar la seguridad de sus trabajadores y familias.

Aunque el hoy alcalde diría que la XIII Legislatura adoptó esa decisión “para salvar a Othón P. Blanco del quebranto financiero”, y apoyar a los trabajadores, para que se les pague el salario a tiempo y sus compensaciones, los justificantes, sin embargo, indican que serían “para inversiones públicas productivas”.

EL SOSPECHOSO PERDÓN

Ahora bien, independientemente de que esos recursos se destinaron para lo que le pegó la regalada gana a Villanueva Tenorio, la pregunta obligada es por qué Espinosa Abuxapqui perdonó esa evidente desviación de aquella administración disque “de unidad y compromiso”, que un año antes había realizado millonaria erogación para contratar a “Chayanne”, como si el objeto de un gobierno fueran los negocios artísticos.

Bueno, menos mal que ante la falta de recursos, quien tranquilamente divaga la calle gracias a Espinosa Abuxapqui decidió olvidarse de sus descabellados planes de contratar a Camila, Wissin &Yandel, Britney Spears y el grupo Black Eyed Peas, tal y como anunció con bombo y platillo, así como del duelo entre 26 legendarios ex jugadores del América y las Chivas Rayadas del Guadalajara.

En ese entonces se sabía que su ex director del Instituto de Planeación Municipal, Luis Ortiz Cardín, se había convertido en su principal asesor, tras que durante su campaña a la presidencia desviara millonarios recursos de la Cámara local de Comercio para apoyarle, lo que le obligó a mantenerle en nómina y costearle continuos, costosos viajes a la metrópoli “para gestionar recursos ante Hacienda”, ante su incapacidad para hacerlo él mismo.

El caso es que ante su nueva oportunidad de reivindicarse con el empréstito, Espinosa Abuxapqui explicó que el Ayuntamiento debería implementar un plan de austeridad, mejorar su recaudación, buscar alternativas de financiamiento e informar mensuales a la Legislatura sobre los resultados de los contratos y amortizaciones del financiamiento. Nada se hizo … y todavía lo exhoneró

¿Y sus “pecados”? ¿Alguna vez pensó en investigarlos y castigarlos? El caso huele más a una oscura negociación, de esas que se estilan entre priístas para el “borrón y cuenta nueva”. No es nada raro, dada la “cultura” de los créditos para ocultar desviaciones y promesas de “no volverá a ocurrir”.

Irónicamente, el entonces líder estatal del PAN, Eduardo Martínez Arcila, exigió a la Auditoría Superior de Fiscalización investigar y fincar responsabilidades a los causantes del quebranto financiero del municipio, aunque avaló que los diputados de su bancada autorizaran el refinanciamiento.

Así las cosas, con 20 votos a favor (PRI, PAN, PVEM, Nueva Alianza y Movimiento Ciudadano) y dos en contra, los perredistas José Antonio Meckler Aguilera y Alejandro Luna López fueron los únicos legisladores congruentes con la legalidad y el sentido común frente a esa histórica barbaridad que enfrentaría el siguiente ocupante de la “silla” de la Alvaro Obregón que, hoy llamado Eduardo Espinosa, padece de amnesia, pero goza de mucha reputación como negociador… no de balde fue empresario antes de ser “político”.

 

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