• El integrante del corrupto exgobernador, conocido como el capo del PVEM, Manuel Velasco, mueve sus tentáculos para hacerse de la Fiscalía quintanarroense
  • Los negros antecedentes y sus ligas con el crimen, lo persiguen; se dice que opera casas de cambio a través de su compadre conocido como Luis Sánchez, y su gente está tras el grupo “Los Pelones”, originarios de Chiapas

Por Pedro Pablo Jaramillo/Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.- Desde su creación, la Fiscalía General del Estado de Chiapas es encabezada por delincuentes consumados y mafiosos, que se han convertido en la peor pesadilla que padece hoy el estado sureño.

Desde empresarios, ganaderos, transportistas, comerciantes, líderes sociales, defensores de derechos humanos, periodistas y la sociedad en general, son presa de los funcionarios de procurar y hacer justicia, que se venden al mejor postor para proteger a los grupos criminales para que actúen con total impunidad.

Organismos de derechos humanos y medios de comunicación independientes han documentado la estela de corrupción y complicidades. Pero “Don Dinero” se ha impuesto, ganando terreno la narcopolítica día con día.

Tras diversos hechos que se han suscitado en la entidad, de nuevo sale a relucir el nombre del exfiscal general del estado, Raciel López Salazar, hoy Delegado de la FGR en Quintana Roo, parte del clan del exgobernador más corrupto, Manuel Velasco Coello. En aquella entidad, el funcionario federal desestabiliza para hacerse de la Fiscalía General de QRoo, a cargo de Óscar Montes de Oca Rosales.

Se presenta como el ´salvador’ de la situación que hay, se dice, en el Caribe Mexicano. Para ello, echa mano de los juegos más sucios aprendidos a su paso por Chiapas.

En esa entidad, se dice, que está operando casas de cambio, a través de su compadre que es identificado como Luis Alberto Sánchez Sánchez, negocio que tenía en Chiapas, pero de donde fueron corridos por el actual gobernante que supuestamente ya tiene otros pactos.

Asimismo, se le relaciona con la gente que opera a “Los Pelones” en Quintana Roo. El grupo es originario de Venustiano Carranza, Chiapas, y tomaron como cuartel Cancún, donde hay un familiar del exfiscal.

¿Pero por qué viene su nombre a colación? Aquí los hechos:

El rancho «El Corcel», en donde se originó un enfrentamiento entre fuerzas federales y criminales y fallecieron varios elementos del Ejército y la Guardia Nacional, fue nada menos que del exfiscal del estado Mariano Herrán Salvati, y recientemente sirvió nada menos que de casa de seguridad del diputado federal Jorge Luis Llaven Abarca, así como también del exfiscal Raciel López Salazar y actualmente era rentado para eventos especiales. 

Se informó que al menos cinco militares heridos y dos muertos es el saldo extraoficial del fuerte encontronazo ocurrido el lunes sobre el tramo carretero Villaflores-Ocozocoautla.

De acuerdo a los informes, el Ejército y la Guardia Nacional realizaban una diligencia en el rancho «El Corcel» en donde un grupo de civiles que portaban armas de alto calibre los habrían atacado, agresión que fue repelida de inmediato por los elementos.

EL CRIMEN ORGANIZADO CON CHAROLA DE IMPUNIDAD

«El Corcel» pasó de ser casa de seguridad, a propiedad del entonces Procurador Raciel López Salazar, quien toda su carrera la ha hecho en la extinta PGR, hoy FGR, con cargo actual en Quintana Roo.

Al exfuncionario chiapaneco se le vincula con el Cartel del Chapo Guzmán, quien hace poco tenía total control en la entidad, hasta que el también ex fiscal general, hoy diputado federal por Morena, Jorge Luis Lláven Abarca, le dio entrada a gente del Cartel Jalisco Nueva Generación.

De esa forma, traicionó de origen al Cártel de la Familia Michoacana y del propio Guzmán Loera, a quienes les brindaba protección desde que asumió el cargo de secretario de Seguridad Pública en el estado con Manuel Velasco Coello.

Se conoció que el famoso rancho, ubicado en la zona de Ocozocoautla era de Raciel, quien antes de dejar la Fiscalía General del Estado, lo pasó a manos de una tal Doris, que publicitaba el fastuoso inmueble en las redes sociales para llevar a cabo eventos.

¿Y LOS CABALLOS?

Cabe mencionar que el rancho contaba con decenas de caballos de razas puras que Herrán Salvatti tenía a su cargo, pero tras ser asegurado nada se supo de lo que guardaba en su interior.

Sin embargo, los lujos mostrados en los eventos hacen gala de la ostentación que siempre ha existido en el lugar, donde el lunes se registró fuerte enfrentamiento entre las fuerzas armadas del gobierno federal contra un grupo de criminales y con vehículos de blindaje hechizo, a quienes lograron sacar del lugar tras varias horas de intenso fuego, muertos y heridos.

SAGA DELICTIVA

El tonalteco Raciel López Salazar, un abogado con muchos años de servicio en la extinta Procuraduría General de la República (PGR), donde ocupó muchos cargos, todos de bajo nivel, el más alto fue de Delegado en diversos estados de la República hasta que Manuel Velasco Coello, lo ocupó como el mejor prospecto para cuidar la plaza de “El Chapo” en el sur de México; concretamente, en la frontera con Centroamérica, de donde proviene la mayor parte de la droga que tiene sus raíces en Colombia.

Raciel López Salazar ya era un burro de la mafia; es decir, un peón de poca monta pero con gran conocimiento en el tema, así que no le fue difícil instalarse en su tierra y comenzó a brindar “seguridad” al trasiego de estupefacientes durante sus largos y casi interminables nueve años como Procurador de Justicia, tiempo en el cual logró hacerse de fincas, ranchos, plazas comerciales, gasolineras, hoteles y mansiones en distintas partes del país.

Sin ningún parangón con sus antecesores, fue implacable con la sociedad, con los luchadores sociales, con los indígenas y con los campesinos; tal parece que llegó a Chiapas a acabar con la pobreza pero en grado de exterminio brutal mientras él se enriqueció de manera desmedida e incontrolable.

Y LLEGÓ LLAVEN

El García Luna chiapaneco, protegido ahora con una diputación federal.

El excampesino de Suchiapa, Jorge Luis Lláven Abarca, otro abogado con la misma escuela de sus antecesores: la PGR, donde ocupó mínimos cargos hasta que su tío político Ericel Gómez Nucamendi, un narcopolítico chiapaneco avecindado en Oaxaca perteneciente a la banda La Familia Michoacana, lo nombró delegado de la institución, después lo acomodó como Secretario de Seguridad en Chiapas en pago a su amistad y negocios con Manuel Velasco Coello y, finalmente lo impuso como Fiscal General del Estado en el gobierno de Rutilio Escandón Cadenas, donde claramente se vio el incremento de la delincuencia organizada hasta que fue premiado por la narcopolítica con una diputación federal.

Así las cosas en el desangrado Chiapas…

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