Por Erwin Macario

La prepotencia, soberbia y el insultante gasto en la campaña de parte de Adán Augusto López Hernández para que AMLO, en una bien orquestada farsa, decida la candidatura presidencial sólo tiene una explicación: él será el poder tras el trono.

Andrés Manuel López Obrador no teme al descontento del pueblo y juega a dos cartas. Por eso Adán Augusto anda engallado, aunque nervioso, demasiado nervioso al grado que en su propia tierra, Tabasco, ha repartido codazos cuando la gente se le acerca demasiado.

Nada importa que le hayan descolgado de las giras a su mejor colaboradora y obligado a llevar a su esposa, que hayan “corrido” a sus protegidos de Gobernación (andan en campaña), que lo exhiban por el gasto excesivo después que cínicamente renunció a los 5 millones para campaña (que no le sirven ni para los acarreos).

Nadie investigará el sucio y peligroso origen de su financiamiento. En Veracruz cayó en el mar uno de sus financiadores y le ajusticiaron a otra. Sobre eso y otros cadáveres la sucesión sigue.

Nada los detendrá. El dinero de Bienestar también está a su disposición según presumió la delegada de esa Secretaría en Baja California. Dinero nada más sucio. No manchado de sangre.

Tampoco importa que lo exhiban como inhumano y violento. Sus guaruras tumbaron a una humilde señora vendedora ambulante y Adán Augusto sólo volteó a mirarla y ni una mueca se le vio en su rostro. En Huimanguillo, Tabasco, explotó el miedo: alguien le tocó el brazo derecho para que lo atendiera y le dio un codazo. Dicen que fue a la diputada Karla Rabelo.

Está sobrado porque es el Plan B de AMLO. Ya hasta cambió su propaganda: ¡Seré presidente!, se lee en sus espectaculares.

No importa los mensajes siniestros como lo de Veracruz y lo que ha sucedido en Tabasco y Chiapas en el deslinde de territorio entre la delincuencia organizada. Ayer miércoles balacera en la región de la Chontalpa, y por la noche el incendio de una patrulla de policía en el fraccionamiento Pomoca, que intentan hacer pasar como corto circuito cuando testigos señalan que hombres armados le prendieron fuego. Desde Reforma hasta Villahermosa se extiende el pleito por la plaza.

Pero, a fuego y sangre, si es necesario, piensan saldrá el plan de la sucesión de López Obrador, preparado ya para ir como jefe de campaña de Claudia Sheinbaum y, claro, Adán Augusto será presidente y hasta pueden reformar la Constitución para que la Sheinbaum sea la nueva Juanita.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *