CONVIERTE ALCALDE EFRAÍN NARVÁEZ FERIA TACOTALPA EN GRAN CANTINA

TACOTALPA

Por PEDRO PABLO JARAMILLO/Sin importarle envenenar a la juventud con vicios y malas mañas, el presidente municipal de Tacotalpa, Efraín Narváez Hernández, convirtió la Feria Tacotalpa 2016 en una gran cantina donde se vendió alcohol a menores de edad y jovencitas, que dieron un espectáculo deprimente a esos festejos.

Lejos quedó el afán de entretenimiento cien por ciento familiar, pues la feria municipal fue convertida en una gran cantina y en un gran negocio redondo para el alcalde y el comité organizador de dichos festejos, que por esta vez tuvo más venta de bebidas embriagantes que espectáculos artísticos, culturales y deportivos.

Ciudadanos del municipio se quejaron a Sin Fronteras por el gran número de puntos de venta de alcohol que se dio en toda la Feria, lo que acabó con los festejos “tradicionales” en esta ciudad serrana ubicada a 52 kilómetros de la capital, Villahermosa.
La desmedida venta de alcohol a menores de edad, contrastó con los cinco restaurantes y 10 juegos de diversión que se pudieron establecer para las familias, vacacionistas y vecinos que año con año acuden a este importante evento.

Para el alcalde y los funcionarios del Cabildo, fue más importante dar permisos a las cerveceras para que vendieran sus productos, púes ello significó un jugoso botín económico, dejando a un lado los eventos culturales, sociales y deportivos, pues la Feria fue más para que corrieran ríos de cerveza y alcohol adulterado durante la semana que duró la fiesta municipal.

Bajo el patrocinio del DIF municipal, se realizaron además rifas de artículos diversos, que muchas veces no fueron entregados a los ganadores, pues el personal de ese organismo público argumentaba que sería después de la Feria cuando se les entregaría los regalos a los ganadores, lo que constituyó otra fraude más a la ciudadanía tacotalpense.

El pleno del Cabildo autorizó además al edil Narváez Hernández utilizar cuatro de las principales calles de la cabecera municipal como andenes de feria, provocando malestar e inconformidad de la ciudadanía que quedó incomunicada por más de diez días por esos festejos dedicados esta vez al Dios Baco.

Para muchos ciudadanos entrevistados, esta fue la peor feria en la historia reciente de Tacotalpa, pues lo único que hubo fue venta de cerveza y alcohol y discreción y un desenfreno social de la juventud, que noche a noche acudía al festejo a embrutecerse y a llevar a cabo actos inmorales a la vista de la ciudadanía.

La policía por su parte hizo su “agosto” pues se dedicó a extorsionar a cuanto borracho caía en sus manos, bajo el aval de las autoridades municipales, que recibieron más dinero por ese concepto en sus arcas, durante la semana que duró el festejo.